Ideas claves
Vivimos en Venezuela tiempos complejos y difíciles por lo que necesitamos educadores comprometidos con una formación permanente, apasionados, sembradores de esperanza, corajudos, creadores y valientes, capaces de crecerse ante las dificultades y reinventar el mundo.
En Venezuela, hoy enfrentamos un triple reto para convertir todas sus potencialidades en vida abundante para todos:
- El reencuentro y la convivencia para llenar de sentido la democracia que se debe gestar desde nuestros centros.
- Cambiar el modelo rentista por un modelo eficiente y productivo, lo cual exige centros educativos verdaderamente productivos y que formen para el emprendimiento.
- Lograr un desarrollo humano con justicia y equidad, lo que exige centros educativos que sean verdaderas comunidades del respeto, articulados con las familias.
Eduquemos con esperanza, con vocación de servicio, con amor; disoñemos y trabajemos una nueva educación: integral, de calidad, humanizadora, inclusiva, con equidad, que enseñe a dialogar y pensar, que forme el corazón, la mente y el espíritu.
Desarrollemos una pedagogía liberadora que es sinónimo de una pedagogía del diálogo, de la pregunta, de la solidaridad, del trabajo cooperativo, de la libertad, de la esperanza, de la sensibilidad, del amor y la ternura, de las emociones, de la investigación, de la producción, que parte del estudiante y de su realidad, que impulsa la transformación y el cambio.
Defendamos una pedagogía espiritual, centrada en Jesús como modelo, comprometida con su proyecto que no es otro que la construcción del Reino de Dios.
Promovamos una evaluación que ayude a descubrir, tanto al alumno como al docente, sus fortalezas, sus carencias, sus necesidades; una evaluación no para clasificar y castigar, sino para aprender del error y lograr el éxito.