Sumario. La escuela venezolana sigue en emergencia. Sin educación no se sale de ninguna crisis y los datos de la educación venezolana son como para que toda la sociedad se movilice. Hay algunas lucecitas en medio del apagón que siembran esperanzas, pero, hay que aliarse y actuar. Sobre la educación en emergencia y la urgencia de actuar escribimos.
Escuelas públicas con solo dos días de clases a la semana, colegios privados cerrando, clases suspendidas por falta de agua o por falta de maestros, casi la mitad de los niños entre 3 y 5 años fuera de las aulas de Educación Inicial son solo algunos datos de esta educación en emergencia que tenemos en Venezuela. Y aunque lo hayamos repetido muchas veces, hay que seguir visibilizando esa realidad que debería movilizar a toda la sociedad y no solo a los educadores.
Empecemos por recordar que, desde el año 2016, el MPPE no entrega Memoria y cuenta, por lo tanto, se debe recurrir a datos que recogen las universidades, como los de ENCOVI que produce la UCAB o los de la organización Con la escuela, con sus Observadores escolares que, monitorea, desde hace algunos años, a 79 centros educativos en 7 entidades del país. Además de esos datos parciales que uno recoge desde el Movimiento Fe y Alegría, con 178 escuelas en el país.
La exclusión preocupa y no es solo por esa mitad de niños entre 3 a 5 años fuera de las aulas de Educación Inicial (una etapa básica para el aprendizaje), todos esos adolescentes que van quedando fuera del sistema por diversas causas (trabajo, embarazo temprano, por no verle sentido a los estudios), así como el tema de la inasistencia por problema de alimentación, servicios públicos (por falta de agua en la comunidad y/o en la escuela) así como el cierre de secciones por falta de alumnos y/o de docentes… Y no hablemos de la calidad educativa, comenzando por decir que, en Venezuela, hace más de 12 años que no se hacen mediciones oficiales de lo que se aprende, y los estudios parciales que la UCAB o Con la Escuela hablan de las pocas habilidades que tanto en Lengua como en Matemática se están obteniendo. En la Federación Internacional de Fe y Alegría hablamos de Derecho al aprendizaje y no solo derecho a la educación. No es suficiente tener las escuelas abiertas; se requiere que los estudiantes aprendan.
Hay que subrayar el tema de los bajísimos salarios del personal que trabaja en escuelas y universidades, las escuelas de Educación carradas por falta de aspirantes, como las de UCAB-Caracas, UCAB-Guayana y UCAT del Táchira, la baja matrícula en la UPEL. ¿Dónde está la generación de relevo? Y ya se sabe: sin maestros no hay educación, ni presencial ni a distancia. ¿Cómo animar a los jóvenes a estudiar Educación con esos salarios de hambre? ¡Son los más bajos de América Latina, en un país con la inflación más alta de América y de las más altas de mundo! Otro dato aportado de la Red de Observadores Escolares: casi la mitad de los docentes llegan a sus centros de trabajo caminando y, de esa población, el 58% de los encuestados no pudieron comprar zapatos nuevos el año pasado. ¿Qué tal?
Aquí hay educación porque los educadores están subsidiando su vocación, pues la mitad de los encuestados por Con la escuela, dicen tener otro trabajo más y hasta dos o tres, algunos con asuntos relacionados con su profesión como tareas dirigidas o clases particulares, mientras otros venden tortas, café, cortan pelo… Y también tenemos los casos de equipos directivos dando clases para poder tener a los chicos atendidos.
Preocupan también datos como el cierre de colegios privados como, por ejemplo, en Monagas, donde se cerrarán 40 y en el estado Nueva Esparta, 60 están considerando hacer lo mismo. Mientras tanto no hay ningún anuncio de nuevas escuelas, ni públicas ni privadas.
Es verdad que, en medio de tanto drama, sabemos de experiencias que animan. Como el caso del proyecto Leo, juego y aprendo, promovido por la UNIMET, que atiende a 311 escuelas (de ellas, 129 de Fe y Alegría y el resto son públicas), un proyecto que enseña a leer a niños de Educación Inicial y de 1ro y 2do grado, formando docentes y madres, ¡y los niños salen leyendo! ¡Eso, realmente, anima! También da gusto saber que, en Fe y Alegría, 91 colegios realizaron proyectos de escuela-comunidad, abordando problemas diversos del entorno, promoviendo la participación de alumnos, personal, familias, vecinos… Todos muy interesantes y pertinentes, siendo muestra de lo posible.
Fe y Alegría sigue con su propuesta de la Alianza por la educación y convoca a periodistas, empresarios, academias, políticos, autoridades, organizaciones de la sociedad civil… “Necesitamos la gran alianza / para educar y dar esperanza”. Todos tenemos algo que aportar para salvar la educación, por el bien de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes y por el país. Se necesita que el Estado cumpla con el artículo 103 de la CRBV según el cual, la educación integral de calidad es un derecho humano y el Estado aportará los recursos necesarios para garantizarlo. Eso supone remuneraciones para los docentes, según el Art. 91 de la CRBV: es decir, que se cubran las necesidades básicas de ellos y de su familia. ¿Qué espera usted para sumarse?
Por Luisa Pernalete (@luisaconpaz)