Sumario. Se acercan elecciones y no solo estas primarias de un sector de la oposición, sino la que se supone serán el próximo año. He imaginado que me reúno con todos esos candidatos, les hago mis preguntas y hasta me atrevo a hacer recomendaciones.
Las elecciones de las primarias, de un sector de la oposición, serán ahora el 22 de octubre y, según lo establecido en nuestras leyes, el próximo año debemos elegir presidente. Se supone que los funcionarios son servidores públicos y que el presidente o la presidenta de un país democrático, debe gobernar para todos y ser los primeros servidores. Creo que los candidatos deben escuchar a los ciudadanos, mientras nosotros debemos hacerles preguntas y ¡hasta recomendaciones! y saber qué proponen para el país. Aquí mi reunión imaginaria con los candidatos, de cualquier tolda.
Además de recibirles con una sonrisa, puesto que no se trata de pelear sino de dialogar, tratando de lograr que tengan una “escucha activa”, les recordaría que, según el Art. 63 de la CRBV, el sufragio es un derecho y se ejercerá “mediante votaciones libres, universales, directas y secretas”. He aquí mis preguntas.
Estimados candidatos y candidatas: ¡Qué bueno que vinieran a esta reunión! Comienzo preguntándoles el por qué quieren ser Presidente de este país y qué les motiva. Sigo con una pregunta personal: ¿Se conocen bien a ustedes mismos?, ¿conocen sus fortalezas y sus debilidades? Quién se conoce a sí mismo, sabrá hacer mejores equipos, buscará a los mejores para que puedan equilibrar sus debilidades. Pedir ayuda es una habilidad social y una expresión de inteligencia. ¿Sabía usted eso?
¿A qué políticos y líderes admiran? De los siglos pasados y del actual, ¿a quienes les pedirían consejos hoy?
Y de la Venezuela de hoy, de este gobierno, ¿qué mantendrían?, ¿qué eliminarían? ¿qué añadirían?, ¿cómo enfrentarían la Emergencia Humanitaria Compleja?
Dado que soy maestra y a la educación he dedicado casi 50 años de mi vida, les preguntaría unas cuántas cosas: ¿Cómo ven la educación venezolana?, ¿muy bien, bien, regular, mal, muy mal? ¿Saben cuánto gana hoy un educador de una escuela pública? ¿Saben cuánto ganan en los países vecinos? Y no estoy hablando de Noruega, Canadá o Japón; hablo de los países latinoamericanos. ¿Saben cuánto gana un profesor universitario con postgrado y experiencia? ¿Saben cuántos docentes hacen falta en el país? ¿Saben cuántos chamos están fuera de las aulas? ¿Conoce o tienen planes para recuperar a esos excluidos? ¿Saben desde cuándo el MPPE no presenta memoria y cuenta? ¿A qué fuentes acuden para saber la situación de la educación venezolana? ¿Han visitado escuelas públicas en estos últimos años? ¿Conocen experiencias exitosas, pequeñas y no tan pequeñas, que permitan decir que otra educación es posible? Si tienen hijos en edad escolar, me gustaría saber en dónde están estudiando. ¿Puedo saber a quién nombrarían como ministro o ministra de educación?
Sobre los NNA les preguntaría si conocen la Convención Internacional de Derechos del Niño y la LOPNNA. ¿Saben que, según la CRBV y la LOPNNA, los derechos de los NNA son “prioridad absoluta? Por si acaso, les digo dónde está establecida esa Prioridad Absoluta: en el artículo 78 de nuestra CRBV y en el Art. 7 de la LOPNNA. ¿Eso que significará si llega a ser presidente? ¿Saben cuántos niños hay desnutridos y conocen las consecuencias de esa desnutrición? ¿Han hablado con la gente de Cáritas, con Susana Raffali, experta en el tema. ¿Saben cuántos niños dejados atrás hay en el país? ¿Conocen de políticas de protección integral que estén siendo ejecutadas por el Estado? Les recomiendo hablar con las organizaciones de la Red de Defensa de los Derechos de NNA; hay expertos, con mucha experiencia en la promoción de los derechos de esa población.
En relación a la salud pública, ¿han visitado hospitales últimamente? ¿Conocen el déficit de enfermeras y médicos? Les preguntaría que si se han enfermado ellos o algún familiar y acudidos a un hospital público. ¿Saben cuánto está ganando el personal que trabaja en los hospitales? ¿Saben cuántas salas están operativas y cuántas paralizadas por falta de equipo? Les recomiendo que hablen con Médicos Unidos, siempre monitorean la situación de los hospitales.
¿Conocen los informes del Observatorio Venezolano de la Violencia? Venezuela sigue siendo un país muy violento y toda violencia deja secuelas. No solo la directa, la física, la visible, está lo mal que nos estamos llevando los ciudadanos, sino también la violencia intrafamiliar, la dificultad para dialogar… La violencia nos ha ido cambiando. Los NNA están creciendo en unos ambientes donde el maltrato, el insulto, el grito y la amenaza son algo cotidiano. ¡Muchos creen, incluso, que es “normal” el comportamiento violento! ¿Han pensado qué pueden hacer para promover la convivencia pacífica?
¿Qué piensan hacer para construir una ciudadanía activa, enfrentar desinstitucionalización y restablecer los niveles de confianza? Recomendaría leerse los informes de PsicoData.
Sobre el tema ambiental, se necesitaría una reunión especial, sin embargo al menos les preguntaría si conocen los niveles de deforestación a causa de la minería en los estados Bolívar y Amazonas. Si no han ido nunca a un pueblo minero, les recomendaría que se dieran una “vueltecita” por allá y vieran los cráteres que la minería ha ido dejando. Les recomendaría escuchar a las organizaciones ambientalistas que llevan años estudiando el tema, así como una reunión con los pueblos indígenas que tienen mucho para enseñarles.
Dado que en este país no tenemos datos oficiales de casi nada, les sugeriría leer los informes de ENCOVI, PROVEA, los que ofrecen los Observatorios de Conflictividad Social y otros similares.
Una pregunta breve: ¿Qué opinan de la manera como los uniformados enfrentan los problemas de inseguridad, delincuencia, especialmente en las zonas populares? Les sugiero que conversen con la gente de Lupa por la Vida y con la organización que muchos familiares de esas víctimas conformaron.
Finalmente, me atrevería recomendar algunas lecturas: las Encíclicas Laudato Si (sobre la necesidad urgente de cuidar la Casa Común) y Fratelli Tutti. Que lean qué es una buena política, sean o no creyentes, lean las Bienaventuranzas (Lc. 6, 1) y del Antiguo Testamento, al menos el Libro de la Sabiduría. Insistiría mucho que no dejen de leer dos libros de Nelson Mandela, Conversaciones conmigo mismo (Planeta, 2010) y El color de la libertad. Los años presidenciales (Aguilar, 2017). ¡Ahhh, les ayudaría mucho leer a Mafalda! Hace pensar a más de uno.
Si no puedo preguntar todo esto y más a los candidatos, con las recomendaciones pertinentes, me gustaría hacerles llegar algunas. Necesitamos saber qué saben y qué proponen. ¿Qué cree usted?
Por Luisa Pernalete (@luisaconpaz)