Cuando trabajamos temas sobre la Educación para la Paz y la No violencia, preguntamos a los asistentes (ya sean madres, maestros o estudiantes) con qué relacionan la palabra violencia y después, qué relacionan con la palabra paz.  La violencia la relacionan con gritos, golpes, humillaciones, exclusión, amenazas, muertes… y la paz con alegría, tranquilidad, comprensión, inclusión, sonrisas, amabilidad… Entonces inquirimos: ¿qué será mejor, vivir en medio de la violencia o en medio de la paz?

En un mundo tan violento con conflictos bélicos en muchas naciones y en un país como el nuestro con una violencia que se ha ido naturalizando (el maltrato, los gritos, los insultos), es urgente educar para la paz y la no violencia en las escuelas, desde el primer día, desde la entrada, en todos los espacios, también con las familias y la comunidad. Este 30 de enero es un buen momento para recordarlo, pues se celebra el Día Escolar de la no Violencia y la Paz, decretado por la UNICEF, en recuerdo de la muerte de Gandhi, ese extraordinario líder de la no violencia como modo de proceder, que supo conducir a la India a la independencia sin disparar un solo tiro, sin insultar a nadie, sin imponer sus procedimientos pacíficos de lucha en contra de las injusticias. A Gandhi lo asesinaron el 30 de enero de 1948.

La violencia no es natural, es aprendida  y, afortunadamente, lo que se aprende se puede desaprender. La escuela es un espacio para aprender a ser, pensar, convivir, aprender a aprender,  a convivir… Hay muchas estrategias bonitas e interesantes para aprender a convivir de manera fraterna.

Antes de mencionar algunas actividades que se pueden aplicar y no sólo ese día, recordemos que la Educación para la Paz requiere decisión: decidimos convivir en paz, valoramos la no violencia como modo de proceder, también se necesitan 3 Ps (plan, paciencia y perseverancia), además de herramientas, formación para todo el personal de la escuela, desde el portero o portera, el personal de limpieza, los docentes, los directivos, las familias… No olvidemos que el hogar es la primera escuela e igualmente recordemos que desde los 0 hasta los 7 años se aprende por imitación. Es sumamente importante la coherencia, que lo predicado sea parte de nuestra vivencia diaria.  “Mi vida es mi mensaje”, decía Gandhi. Él predicaba la sencillez y vivía de manera sencilla, predicaba la no  violencia y nunca agredió a nadie, ni físicamente ni verbalmente.

Algunas de las herramientas necesarias tanto para el personal como para los estudiantes es saber resolver los conflictos por vía pacífica.  Los problemas de relación surgen en cualquier espacio, hay que aprender a solucionarlos mediante el diálogo, calmándose  primero y escuchando, comprometiéndose a evitar la repetición de ese problema. Otro elemento importante es trabajar habilidades sociales para la convivencia pacífica: saludar amablemente, sonreír, ofrecer y saber pedir ayuda,… por mencionar algunas.

Es útil para ese día 30 que los estudiantes conozcan la vida de Gandhi, su mensaje, sus procedimientos creativos y pacíficos. Ayuda que conozcan a herederos de esa no  violencia como Mandela, Monseñor Romero, Martín Luther King, Malala… y sería excelente que   mencionaran líderes comunitarios pacíficos. Hay que hacerles ver que ser pacífico  no es una invitación para cobardes, ni se trata de “aguantar” que a uno lo violenten. La no violencia es una invitación para valientes e inteligentes.

Una vez, en unas escuelas de Fe y Alegría de Ciudad Guayana, se propuso elegir en cada salón el Premio Nobel de la Paz Escolar. Se trataba de reconocer a esos alumnos que ayudaban a resolver los problemas sin golpes ni gritos, que en el receso contribuían a ordenar las filas para la cantina escolar, que separaban a compañeros que estuvieran peleándose. Fue una actividad muy bonita.

Es bueno que se sepa que desde el 2016 existe en Venezuela el Centro Gandhi, que tiene como misión promover la convivencia pacífica, promover el legado de ese gran hombre. Para su creación asistió su bisnieto. Este Centro oferta  talleres muy útiles sobre educar para la paz.  

Finalmente, terminamos estas líneas con unas estrofas especiales para este escolar de la paz  y la no violencia. Póngale música y elabore las suyas también:    

Coro: Necesitamos la no violencia/ en las escuelas/ con mucha urgencia

En el país hay maltrato/ tanto físico y verbal/

si enseñamos no violencia/ ahorraríamos mucho mal./

Ya lo dijo el líder Gandhi/

tú puedes a otros defender/

por vías no violentas/ sin tener que ofender.

La no violencia requiere/

inteligencia y valentía/

No es una invitación/ para actuar con cobardía.    

 Otra cosa dijo Gandhi/

hay que tener coherencia/

“mi vida es mi mensaje”/

piensa y actúa con no violencia

 

Luisa Pernalete