
Se acerca la Semana Santa y recordamos la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Buen momento para pensar en las cruces que los venezolanos estamos cargando hoy: ¿qué ciudadano de este país no carga hoy no una, sino varias cruces? Pero también hay gente y organizaciones que están ayudando a mitigar el peso de ese Vía Crucis. Sobre ese camino escribo, mencionando los cirineos que están extendiendo sus manos para cooperar con el pueblo que sufre.
Semana Santa. Los cristianos recordamos la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesús. Es una historia que conmueve. Y pensaba en el Vía Crucis del venezolano que no sólo está cargando con una cruz, sino con varias a la vez y la carga le pesa a toda la familia, grandes y chicos. Aunque afortunadamente también en nuestro Vía Crucis aparecen cirineos dispuestos a ayudar.
Primera estación: ¡Otra vez se fue la electricidad! Si al menos fuera algo realmente programado y pensando en los ciudadanos, uno pudiera prepararse, pero un día se va a las 9 de la mañana, otro en la noche, otro no se va… Pasamos el día pensando cuándo se irá y eso angustia. No es verdad que nos hemos acostumbrado, hay protestas a diario por esta cruz. Ahí está el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos que da cuenta de las mismas a lo largo de todo el país. Hay que exigir al Estado que cumpla con sus obligaciones.
Segunda estación: ¡De nuevo sin agua! El “vital líquido” es realmente vital y más en tiempo de pandemia porque esta continúa y además porque el venezolano es limpio, el clima nuestro nos obliga a bañarnos. ¿Cómo se lavan los uniformes para para enviar los hijos a la escuela?, ¿cómo mantener limpios los sanitarios?… El acceso al agua potable es un derecho humano y en Venezuela hay suficientes fuentes de agua dulce como para garantizarlo, sin embargo no hay mantenimiento al sistema de red de aguas blancas (hay botes por todos lados), los camiones cisternas “privados” abusan con el precio… “Barquisimeto sedienta” se llama una organización en la capital larense que trabaja por este derecho y organiza a los ciudadanos. ¿Conoce otras organizaciones que ayuden a cargar esta cruz para unirse? O, al menos, que reporte los botes que usted se encuentra a su paso.
Tercera estación: ¡Cada vez hay más niños desnutridos o mal alimentados! Pregunten a Cáritas, que monitorean esta dimensión de la vida de los niños. El Programa de Alimentación Escolar no “asistió a las clases presenciales” decretadas por el gobierno. Los daños en los más pequeños pueden ser irreversibles si la desnutrición es severa. Parroquias católicas organizan ollas solidarias para ayudar a unos cuantos a no morir de hambre; hay organizaciones como “Alimenta la Solidaridad” con trabajo en Caracas (Parroquia La Vega) y en varias ciudades del interior. Ahora, en Semana Santa, comparta con alguien lo que usted tiene. Una amiga suele tener galletas en el carro ¡esa es su propina y su mano extendida a los que menos tienen!
Cuarta estación: “Me llamó anoche la señora Viviana, llorando. Es muy mayor y vive sola. Los hijos todos en el exterior, ella se deprime”, me comentó Elizabeth hace unos días. La soledad es una pesada cruz que están cargando muchos venezolanos de la tercera edad. Con la migración forzada, son muchos los hijos que se fueron. No necesariamente es falta de comida, sino de compañía. ¡Cuánto ayuda una llamada, un mensaje, una visita y así la cruz de la soledad serían menos pesada!
Quinta estación: Gabriela tiene a su mamá muy enferma. Como ella, ¿quién no tiene un familiar enfermo? Y no hablo únicamente del Covid-19. La salud es una pesada carga en este país, los hospitales huérfanos de insumos y con un personal mal, muy mal pagado… Hay gente como los de @Convite que están pendiente de los hospitales; están los @MédicosUnidos siempre atentos a ver qué más se puede hacer; están los admirados @PreparaFamilia al lado de los niños, niñas y adolescentes pacientes del hospital “J. M. de Los Ríos” recordando, entre otros temas, que estos se mueren debido a la suspensión del programa de donación de órganos. Rezar por todos esos enfermos, que ellos y los familiares sepan que se reza. Ser puente para medicinas o aportar algo en las campañas son maneras de aligerar el peso de esta cruz.
De esta manera pudiéramos seguir enumerando estaciones con otras cruces, con otros sufrimientos, pero también podemos añadir una lista de cirineos, o sea, personas que ayudan a otros. Sea usted un cirineo, sin dejar de exigirles a los responsables que cumplan con sus obligaciones. Siga trabajando para que pueda haber resurrección en el pueblo venezolano. Recuerde que las buenas acciones y la bondad se contagian, se imitan. Póngase del lado de los que ayudan a cargar cruces y no sólo denunciar que existen esas cruces.