¿Qué Venezuela queremos?

APEEs bien evidente que el gobierno perdió la brújula y confundió socialismo con populismo y capitalismo de Estado, al que los altos precios petroleros le posibilitaron implantar ciertas políticas sociales y crear una imagen de bienestar sobre pies de barro. El derrumbe de los precios mostró lo muy equivocadas que eran las políticas y caminos emprendidos que terminaron por hundirnos en el caos, penuria, escasez, inflación, miseria y violencia. Pero, si bien es esto cierto, no podemos renunciar a nuestros ideales de justicia que nos impulsen a trabajar por cambiar el rumbo de este mundo que es cada vez más inhumano. (más…)

Conflicto y democracia

APENo podemos olvidar que el conflicto en sí no es malo. Es expresión de la diversidad de intereses, ideas y puntos de vista. Por ello, en cualquier relación humana surgen los conflictos. Hay conflictos de pareja y con los hijos, conflictos con los vecinos, conflictos políticos. Por ello, debemos aprender a vivir con ellos y asumirlos con una actitud positiva. Los conflictos, como las crisis, pueden ser oportunidades excelentes para crecer, para aprender, para superar los problemas, para mejorar las relaciones. La calidad de una pareja, grupo o institución no se determina por si tiene o no conflictos, sino por el modo de resolverlos. (más…)

La corrupción y la desidia nos apagaron la luz

APEEn el número más reciente de la revista SIC (Mayo de 2016), el periodista Damián Prat escribe un excelente artículo titulado “Guri: Víctima de lo que no se hizo”, que nos aclara la situación de racionamiento eléctrico, apagones y penurias que estamos viviendo la mayoría de los venezolanos. Si bien el Gobierno achaca el problema a la grave sequía ocasionada por el fenómeno natural “El Niño” y, como es su costumbre, trata de eludir toda responsabilidad, Prat pone el dedo en la llaga del gravísimo problema que estamos sufriendo, que ha llevado al Gobierno casi a decretar la prohibición de trabajar para ahorrar energía. De paso, aquí se manifiesta otra de las típicas contradicciones entre discursos y hechos: por un lado nos repiten hasta el cansancio que estamos abandonando definitivamente la cultura rentista y la estamos sustituyendo por la cultura productiva y, por otro, se limita al mínimo la posibilidad de trabajar; o afirman descaradamente que ahora sí estamos garantizando educación de calidad a todos y por otro se reduce la semana escolar a cuatro días y cualquier excusa es buena para suspender clases. (más…)

Educar para la ciudadanía

APEUna de las funciones esenciales de la escuela es la formación de ciudadanos capaces de asumir sus responsabilidades políticas, es decir, con el bien común. Esto significa aprender a respetar a los que son diferentes; aprender a razonar, argumentar y defender las propias ideas, pero también a escuchar sin ira ni mala sospecha las ideas distintas a las propias; considerar la diversidad como riqueza, y también desarrollar una profunda sensibilidad social. Al verdadero ciudadano le duelen la pobreza, la miseria, la injusticia, la intolerancia y todo lo que atenta contra los derechos humanos. Y ese dolor se transforma en compromiso para trabajar por una sociedad donde todos podamos vivir con dignidad. Hoy, si somos dignos, debemos indignarnos y convertir la indignación en fuerza que lucha por la dignificación de todos. (más…)