En septiembre del año pasado, a mi regreso de un viaje fuera del país, escribí un artículo “Precios justos que dan sustos”, asombrado de cómo se habían disparado sin control los precios en los dos meses de mi ausencia. Allí escribía escandalizado que la carne había subido de 180 Bs. a 240 Bs. y las papas habían alcanzado el astronómico precio de 75 bs. el kilo, precios que hoy, once meses después, resultan irrisorios, pues la carne está por encima de los mil bolívares y las papas rondan los 300. ¿Sabe el Presidente, los ministros y los voceros gubernamentales que con el salario mínimo de un día no se puede comprar ni un kilo de papas y que sólo alcanza para un cuarto de kilo de carne? Lo más preocupante es que los precios de todo (menos de la vida humana que cada día vale menos) se disparan sin control y nadie hace nada. ¿Acaso las terribles colas frente a los supermercados no son una verdadera vergüenza nacional y expresan con claridad la violación de derechos humanos esenciales? (más…)