Sumario. En noviembre se celebra otro aniversario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CDN), siendo una buena oportunidad para recordar los derechos de esa población y también para visibilizar lo que en nuestra sociedad se hace para defenderlos y garantizar los mismos. En esta oportunidad hablamos de la importancia de las alianzas tales como la Red Nacional de Defensa de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (REDDNA)  y como aquellas que se han ido construyendo para salvar la educación -derecho muy vulnerado para los NNA-, además de otras, por ejemplo, como Huellas, Fe y Alegría.

El 20 de este mes se cumple otro aniversario de la promulgación de la Convención de los Derechos del Niño, que lo hizo la Asamblea de la ONU, siendo aprobada por 196 países, convirtiéndose así en el instrumento de DDHH más votado en dicha Organización. En un país como el nuestro con tantos niños, niñas y adolescentes (NNA) huérfanos de protección integral, además de recordar sus derechos, es importante saber cómo avanzar en la defensa de los mismos y en su garantía, porque si bien el Estado es el último garante de ellos, igualmente son corresponsables la familia y la sociedad.

Dado que los derechos humanos son interdependientes, hay muchas aristas para que se hagan realidad y por eso aislados, por mucha buena voluntad que tengamos, no es posible abordarlos. De ahí la importancia de las alianzas.

Una de esas alianzas a favor de los NNA es la REDHNNA, creada en el 2006 y que desde entonces ha ido sumando aliados. Se ocupan de promover los derechos, de formar chamos, madres y maestros, proporcionando herramientas para que los NNA participen en la defensa de sus derechos. Ellos trabajan fuertemente con los medios de comunicación y las redes sociales, llamando la atención de la sociedad y de las autoridades cuando se violan los mismos. En fin, mucho trabajo. Entre sus miembros están equipos de investigación de diversas universidades, organizaciones educativas; otras que defienden el derecho a la salud trabajando con niños hospitalizados y sus familias; están los que ofrecen ayuda psicológica a niños y adolescentes… En fin, cada uno de sus miembros aporta su experiencia y, unidos en esa red, acompañan a NNA.

Otras alianzas con igual importancia son las que se han ido formando para salvar a la educación, que está en emergencia desde hace varios años: con más de 3 millones de NNA fuera de las aulas, con salarios indignos para los docentes que les han obligado a muchos de ellos a renunciar, generando así un gran déficit de maestros en los centros educativos; con escuelas públicas que imparten dos o tres días de clase a la semana, por mencionar algunos de los graves problemas. El tema educativo no es un asunto sólo de los educadores y las familias, es de toda la sociedad y es, por supuesto, responsabilidad del Estado, quien maneja los dineros públicos y diseña las políticas públicas. Por eso, organizaciones como Fe y Alegría (que tiene más de 100 mil estudiantes, 177 centros educativos, 5 colegios universitarios y 22 emisores de radio con fuerte acento educativo), el año pasado y el presente, han tenido como lema Alianza por la educación, convocando a academias, empresarios y autoridades a formar parte de esa alianza. Pero, ¡no somos los únicos en esa titánica labor! Desde comienzos del 2024, organizaciones como CERPE, la UCAB, muchos empresarios y la UNIMET, entre otros, han venido reuniéndose para ver cómo se promueve una mejoría en la calidad de la educación venezolana. Temas como la formación docente, la formación de directores y coordinadores, el trabajo con los alumnos para que adquieran competencias en la lectura, la actualización en tecnología, la educación para el trabajo, por mencionar algunos de sus pilares y, gracias al aporte de entidades como el Banco Mercantil, están llegando a más de 100 escuelas “Necesitamos la gran alianza, para educar y dar esperanza.// Que vengan los periodistas/ también universidades/ empresarios y familias/ y también autoridades.//”

Esas alianzas lo animan a uno. Se trabaja por la educación y los derechos de los NNA sin intereses ocultos. Necesitamos ser muchos, con el horizonte de lograr que nuestra población infantil y adolescente sea feliz, crezca y se desarrolle plenamente. Todo podemos hacer algo, todos somos importantes.

Por: Luisa Pernalete

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