Sumario. A un año de la invasión rusa a Ucrania y el comienzo de esa guerra, conviene recordar los estragos en este país, las consecuencias de este conflicto, la necesidad de hablar de este tema en las aulas y la necesidad de educar para la paz y la solidaridad.
Según la ONU, la invasión del gobierno de Putin a Ucrania ya ha generado 8.000 víctimas y cerca de 13.000 heridos. Son muchos los destrozos en las ciudades que han sido bombardeadas por los rusos, quienes no han respetado escuelas ni zonas residenciales. Una guerra cruel impuesta por Putin que, igualmente, ha generado consecuencias dolorosas para su pueblo, pues esos soldados no decidieron ese proceso bélico y no tienen interés en las ambiciones del presidente.
Hace un año que comenzó esta guerra y, si bien es verdad que el papa Francisco suele recordarnos que no es la única guerra actual, pero ha sido el conflicto bélico más reciente y cubierto por los medios internacionales de manera cercana. Esto permite que el mundo entero pueda informarse casi en tiempo real de lo que está sucediendo. Edificios destruidos dejando víctimas mortales y mucha gente sin hogar.
Hace unos días la ONU exigió a Rusia el retiro de sus tropas invasoras, con una votación de 141 a favor de esa medida, 32 abstenciones y solo 7 países votaron en contra. Venezuela no vota por estar morosa. Piden una solución negociada, sin embargo no parece fácil que Putin y su equipo se sienten a conversar. Ucrania se ha defendido de esa invasión, con costo, pero, con mucha valentía. La resistencia del pueblo ucraniano ha sido heroica.
La invasión con la guerra subsiguiente ha generado una movilización de 14 millones de desplazados forzados, trayendo consecuencias humanitarias y económicas en casi toda Europa (como, por ejemplo, el alza del costo de combustible). ¡Un drama muy grande!
A veces decimos que en una guerra quienes ganan son los vendedores de armas y, en este caso concreto, ambos pueblos -el ucraniano y el ruso- han sido víctimas, pues como apuntábamos arriba, los soldados rusos no tienen interés en satisfacer ambiciones del gobierno de Putin. No se sabe cuántos soldados rusos han muerto.
En las aulas no podemos estar al margen de lo que pasa en el mundo, porque este se ha vuelto pequeño con las comunicaciones, el internet (¡incluso este lento y malo que tenemos en Venezuela!). Los alumnos deben estar informados -no solo béisbol y futbol-, sino de lo bueno y de lo malo que pasa en el mundo. Esta guerra nos brinda la oportunidad para hablar de las consecuencias de resolver diferencias por la vía violenta (que siempre trae más violencia) y de la importancia de saber dialogar, negociar y no solamente cuando hay conflictos bélicos, sino también cuando hay diferencias entre dirigentes y problemas serios que afectan a una buena parte de la población, como en el caso venezolano.
Igualmente hablar de la guerra es una buena oportunidad para conversar sobre la necesidad de la paz en el mundo, en nuestro país, en nuestras comunidades… porque hay mucha violencia interpersonal, a veces silenciosa.
Termino estas líneas con la letra de una hermosa canción “Por la paz” de Jesús Rosas Marcano y Guillermo Simoza, compuesta por ellos en el año 2.000 y que nos encanta.
La paz es un sueño hermoso en la Tierra/ si se realizara fuera maravilla/pero como abundan perros de la guerra/ el sueño se vuelve una pesadilla.//
La paz es la gracia que alivia la mente/ la cálida mano que da bendición/ todo ese sosiego que tiene la gente/ cuando sigue el rumbo de su corazón.//
En muchos hogares a diario pelean/ y hasta hacen la guerra con sartén y platos/ uno siente pena que esas casas sean/ una madriguera de perros y gatos.//
Que ninguna guerra en la Tierra es buena/y ninguna paz en el mundo es mala/ dice una frase escrita con gala/ que ninguna paz en la tierra es mala.//
Y ahora termino con una estrofa nuestra: La paz es la mano extendida al pequeño/ la paz es palabra que se vuelve puente/ evita el regaño y distiende el ceño/ y sabe que “hablando se entiende la gente”.
Por Luisa Pernalete (@luisaconpaz)