Sumario: En Venezuela se ha incrementado la indefensión de los niños, niñas y adolescentes, tanto por la desinstitucionalización del país, por la emergencia humanitaria compleja como por la violencia generalizada que va volviendo “normal” malos tratos contra esa población necesitada de protección. Informes recientes del OVV dan cuenta de esa situación. Hay requerimientos urgentes para con los NNA. Sobre estos temas escribo.

“La niña, de tercer grado, le contó a una compañera maestra que su padrastro le pedía que diera la vuelta de carnero, pero, sin ropa interior le daba tres dólares y le pidió que no se lo contara a nadie”. Esa confesión la escuché hace poco en una reunión de docentes de escuelas públicas y nos dejó helados a los que lo escuchamos. Y es que los abusos de todo tipo contra los niños, niñas y adolescentes (NNA) se han incrementado en el país y muchos de ellos tienen poca visibilidad.

Pasemos revista sólo a unos aspectos de la orfandad en la que se encuentran los NNA en Venezuela. Comencemos por mencionar que el 12 de junio se celebra el Día contra el Trabajo Infantil, decretado como tal en el 2002 por la OIT para poner de manifiesto la grave situación de los niños trabajadores, en una edad que es para estudiar y jugar. ¿Cuántos NNA trabajadores hay en Venezuela? No lo sabemos, pues este es uno de los obstáculos para conocer con certeza los problemas: no hay datos oficiales actualizados sobre nada o casi nada. Pero seguro que usted y yo conocemos casos de NNA que están trabajando, a veces dejando sus estudios. ¡Qué terrible tener que optar entre estudiar o trabajar para ayudar a comer en la familia! El derecho a la educación vulnerado, el derecho a vivir su vida de niño vulnerado.

Sigamos con otras orfandades. El tema del incremento del maltrato y del abuso sexual contra NNA. La anécdota con la que abrimos esta columna, real y reciente, es una muestra de una situación alarmante. El Fiscal General la nación, en declaraciones de hace pocos días, ¡habló de 7165 denuncias de abuso sexual contra NNA! Si esos son los casos denunciados, imaginen cuántos serán los reales, pues se sabe que la mayoría no lo hace, ya sea por falta de confianza en las autoridades o porque se sabe que, en muchos casos, en los abusos sexuales los victimarios son personas del entorno de la víctima y suelen ser amenazados si se los dicen a alguien. También se sabe que ese tipo de violencia deja secuelas muy dañinas en las víctimas. ¿Quién les atiende? De esas 7165 denuncias que recoge el MP, ¿cuántos culpables llegarán a ser sancionados? ¿En cuántos casos habrá reparación a las víctimas? En la justicia venezolana la reparación es una palabra poco usada.

El Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), presentó en mayo su libro Violencia contra los niños y la juventud en Venezuela, donde  muestra cifras preocupantes. En reciente rueda de prensa de esa organización, sobre el mismo tema, el Dr. Roberto Briceño León, director del OVV, decía que los jóvenes en el país habían crecido en medio de una desinstitucionalización que los desprotege -y de paso les hace creer que se puede vivir sin normas- y también en medio de una violencia generalizada de todo tipo,  lo cual naturaliza la misma. Se ha vuelto normal que se grite, se insulte, se agreda. Añadimos nosotros que, como de 0 a 7 años, se aprende por imitación, entonces los niños aprenden a ser violentos en sus casas, donde debiera enseñarse a convivir en paz. Igualmente. Briceño León dijo que ha crecido el número de jóvenes víctimas de violencia y también victimarios de violencia. ¿Quién trabaja por su recuperación?

Hay otro tema: hay unos tipos violencia contra NNA que se vuelven noticia, se publican, mientras otros son invisibilizados. A propósito de esto, Carlos Meléndez, profesor de la UCLA y coordinador del capítulo larense del OVV, señala que lo más publicado por los medios de comunicación, homicidios, violaciones, prostitución infantil y suicidios, y lo menos visible son los tratos crueles, la violencia estructural, los abusos sexuales y los intentos de suicidio. Necesitamos observatorios y atención de estos casos “invisibles”.

Añadamos que el sistema de protección para los NNA está muy debilitado en Venezuela. Se requieren recursos, personal especializado. Gloria Perdomo, también del OVV y defensora activa de los derechos de los NNA, afirma que el Estado debe garantizar instituciones que aseguren los DDHH de esta población.

Hay que recordar que en materia de DDHH de NNA, el Estado “tiene una obligación indeclinable” en la garantía sus derechos, según el artículo 4 de la LOPNNA. Existe una corresponsabilidad entre Estado, familia y sociedad en la defensa y garantía de los derechos (Art. 4-A de la LOPNNA).

Las alianzas son necesarias; es importante que la familia y la escuela trabajen de la mano para monitorear, observar, educar, defender y exigir. Alianzas como la que tiene la Red de Defensa de los Derechos de los NNA (REDHNNA) que promueve los derechos, que se ayudan para hacerlo a favor de esa población golpeada y huérfana de políticas integrales de protección.

¡Mucho qué hacer! ¿Se anota en cooperar o sigue mirando hacia otro lado?

Por Luisa Pernalete (@luisaconpaz)
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