Ideas claves

En las escuelas de media general y técnica de Fe y Alegría Región Occidente se enfatiza el enfoque globalizado como estrategia para cristalizar el enfoque por competencia en los procesos pedagógicos.

El enfoque globalizado se fundamenta en la enseñanza integradora, la cual consiste en entender las capacidades de los estudiantes para desarrollar competencias desde una mirada interdisciplinar.

La interdisciplinariedad debe partir de la contextualización de los contenidos, es decir, abordar los contenidos desde la realidad de los estudiantes.

Los contenidos de las unidades curriculares tienen utilidad en la vida cotidiana, y a ello apunta Fe y Alegría a través de un currículo agrupado por áreas.

Para dinamizar los procesos pedagógicos desde la enseñanza integradora, el docente debe:

  1. Seleccionar los indicadores de conocimiento.
  2. Establecer interrelaciones con las diferentes disciplinas.
  3. Realizar trabajo colaborativo con otros docentes.
  4. Contextualizar y problematizar los conocimientos.
  5. Considerar situaciones del contexto como objeto de estudio.

La enseñanza integradora permite que los estudiantes observen su realidad desde diversas miradas críticas. Por ello es necesario aplicar las metodologías activas.

Para todo lo anterior, Fe y Alegría apuesta por la aplicabilidad del aprendizaje basado en proyectos: de comprensión, tecnológicos, productivos, entre otros.

Desde la educación media el reto de los docentes es brindar una enseñanza enmarcada en estrategias innovadoras que orienten a los estudiantes en su desarrollo en un mundo cambiante y tecnológico.

Otro gran reto para los docentes del nivel de media es propiciar que el estudiante sea el verdadero protagonista de su aprendizaje. Por ello, el aula debe convertirse en un espacio de retroalimentación entre docente y educandos.

Un reto importante es ofrecer una evaluación auténtica enfocada en el desarrollo de procesos y no solamente de la meta final: el producto.

Para dinamizar la propuesta curricular desde la transformación, los docentes han de estar siempre dispuestos a generar cambios y proponer escenarios pedagógicos que den respuesta al contexto.

Dicha transformación inicia también desde el fortalecimiento de la formación docente permanente.

La integración de saberes y la gestión de conocimiento por áreas, resulta indispensable para la transformación educativa de nuestros centros.

Un reto en las escuelas técnicas es implementar rutas que desemboquen en la empleabilidad e inserción laboral de los estudiantes.

También es urgente, y además un reto, la educación en tecnología que vaya acompañado de formación pedagógica para docentes y estudiantes.