
Ciertamente Venezuela agobia con tantos problemas y, pese a la orfandad en la que se encuentra el ciudadano común, hay gente que no se rinde, que persevera, que insiste en educación, en derechos humanos… Sobre eso escribo.
“Profe, estamos muy preocupados por la cantidad de muchachos que han dejado el liceo. ¿Cómo hacemos para que vuelvan? También nos preocupa el desánimo de los docentes…, pero tenemos que seguir.” Esto me lo comentaba recientemente una profesora de un liceo público del interior y rescato el final: “pero tenemos que seguir.” No mencionó el “ajuste de salarios” que ha sido más bien un “desajuste” ya que desaparecieron algunas primas, mientras otras se “salarizaron” al igual que los bonos. Hay tantos docentes que perseveran a pesar de los salarios y siguen preocupándose por sus alumnos.
Sigamos con esos que no se rinden en educación, a pesar de los obstáculos. Fe y Alegría forma parte de ellos y conjuntamente con el Centro de Formación e Investigación “Padre Joaquín” (CFIPJ) han comenzado a preparar un plan de formación para los docentes, pues sabemos lo cansado que están estos, lo que ha supuesto este “desacostumbrarse” a las clases presenciales, los reajustes que deben hacerse, la creatividad que debe ponerse en el proceso de enseñanza- aprendizaje, todo lo que tiene que ver con la educación emocional, con la salud mental del personal… ¡No van a esperar septiembre para pensar en los retos del año escolar! También el CFIPJ comenzara pronto el ensayo de un Observatorio Educativo, pues la educación necesita datos para poder detectar vacíos, aciertos, rectificar y planificar para mejorar. ¡No se rinden!
Conozco periodistas que tampoco se rinden y suelen convertirse en puentes entre afectados y aquellos que pueden ofrecerles alguna alternativa. Unos ejemplos son esos que me contactaron hace unos días para que fuera ponente en un foro–chat y tratar el tema del retorno a clases presenciales de manera satisfactoria. Hablo de la gente de “El Pitazo”, que organizan unos Cafés virtuales. “Profe: hemos sabido de madres que están muy preocupadas con ese retorno… dificultades con los docentes… ¿Puede preparar algo?” y en dos días ¡se inscribieron 123 participantes! Estuvimos desde las 5.30pm hasta las 7 pm, después de un día de trabajo y todavía había ánimo para atender, preguntar, comentar… e incluso animarse para futuras actividades, sin dejar de ver las dificultades, pero, con la intención de continuar. ¡No se rinden!
Por supuesto otros que no desfallecen son los que participan de organizaciones que defienden los DDHH. Me sorprende la cantidad de organizaciones que han surgido en los últimos años: permanecen las de siempre, las que llevan décadas en esta noble tarea de defender los derechos de otros, del mismo modo están las nuevas, a pesar del riesgo que supone las acciones de defensa, sean pequeñas o sean grandes, hasta un twitter puede ser sancionado. Se sabe que la lucha por los DDHH requiere paciencia y perseverancia, nada de corto plazo y de victorias instantáneas… No veo deserciones, por el contrario, veo aprendizajes, cooperación. Sería injusta si mencionara unos y dejara decenas por fuera, sin embargo, me permito anotar a @preparafamilia, que trabaja con los niños, niñas y adolescentes pacientes del hospital JM de Los Ríos. Cuando se muere un paciente por falta de tratamiento oportuno o por la suspensión del programa de trasplantes de órganos, eso les duele, consuelan y siguen luchando. ¡No se rinden!
Y esta semana vi con alegría que los amigos de @ecoprácticas reiniciaron su programa de huertos escolares con unas escuelas de Fe y Alegría, específicamente con la escuela “Luis María Olaso”, de La Vega, en Caracas. ¡Qué bueno! Todo lo que sea educación para amar a la naturaleza y formar hábitos en los NNA requiere de perseverancia, aunque a veces, obligados por las circunstancias, haya que hacer pausas. No obstante, pese a esto, uno no se puede dejar abatir. ¡Gracias, Ecopráticas!
Son muchos los que no se rinden y no hay espacio ni tiempo para mencionar muchos más en una columna; no obstante, quiero mencionar a la gente de CECODAP, que no se cansa de estar pendiente de lo que afecta a nuestros niños, niñas y adolescentes, tan huérfanos de políticas integrales de protección. Esta semana difundieron su último trabajo de investigación sobre el reclutamiento de estos en zonas donde el delito organizado manda. ¡Son datos impresionantes! Y CECODAP continúa en su labor ¡no se rinde!
Este país está muy necesitado de perseverancia, de resiliencia. Conviene hacer visible a aquellos que no se dejan vencer por las dificultades ni por la actual emergencia humanitaria compleja, en medio de recortes eléctricos de 4, 5 y hasta de 8 horas en algunas ciudades. ¡Hay que hacerlos visibles, repito! Y no comprar ese discurso injusto y sesgado de “Aquí nadie hace nada. El venezolano está dormido”. Eso no es cierto: aún hay muchos que no nos hemos rendido.