LP21“A pesar de todas las dificultades de este año escolar que termina, tuvimos logros importantes, gracias al  trabajo en equipo de todos ustedes,  los aliados de la comunidad y la buena cabeza de las autoridades”. Así sueño  que cualquier director o directora de un centro educativo venezolano comience el Consejo de Docentes al final del año escolar que comienza con retraso, por cierto.

Soñar cómo queremos que termine  ayuda a poner en orden nuestras energías, siempre pensado que tenemos diversos escenarios posibles en este país lleno de incertidumbres; soñar es el primer paso para ponernos a andar, pues si pensamos que “no hay nada qué hacer”, no haremos nada, así de simple.

“Los docentes estamos contentos porque se nos fueron muy pocos alumnos durante el año, y el que se fue, lo hizo con tristeza: No quería irse porque se sentía muy bien este centro. Hemos mejorado mucho nuestro clima en las aulas, hemos reducido las peleas en patios y pasillos… Tenemos que hacer más esfuerzos para no se nos  vaya ninguno. Creo que una de las cosas que nos enriqueció fue la formación que tuvimos para elevar los niveles de resiliencia, no sólo entre los estudiantes, sino que fuimos tomados en cuenta nosotros también, se vio la necesidad de ´cuidar a los cuidadores.  ¡Aprendimos mucho! Reconozco el interés del equipo directivo en este sentido”. Así me gustaría que hablara algún docente.

“El programa  Prevención en intervención de violencia sexual en la escuela, fue muy efectivo. No hubo ningún caso en donde los profesores incurriéramos en esa violación  de los derechos de los NNA  y logramos, como escuela, detener y denunciar aquellos casos que venían del hogar. Los alumnos se sienten protegidos. Hablamos abiertamente de ese tema y de otros que antes no se tocaban”;  también me encantaría que  otro añadiera: “ No se escurrió ningún  problema  difícil”.

“El SAE –Sistema de Alimentación Escolar– mejoró notablemente. El MPPE reconoció que  en el 2015-2017 había sido tan irregular,   que hubo un mes donde no  repartieron nada en las escuelas. En cambio, este año hubo desayuno para todos de lunes a viernes  en la mañana y  merienda suficiente en las tardes. Solo tuvimos algunos casos graves que, por ser pocos, los pudimos atender porque ya no eran tantos como en año pasado. No se desmayó ningún estudiante por problema de alimentación. Los supervisores no nos amonestaron por haber dicho que el SAE no estaba funcionando como se debía, más bien nos agradecieron los reportes realistas y sinceros”. ¡Qué notición sería esto!

“Yo, como directora, estuve más tranquila ocupada en lo que me corresponde: los estudiantes, ya que la Policía Municipal resguardó la escuela durante los fines de semana y además hubo rondas en las horas de entrada y de salida, con lo que se minimizaron los casos de atracos a alumnos y docentes. Además al crearse espacios de recreación en la comunidad se redujo el número de jóvenes en las bandas, incluyendo el desarme efectivo que se realizó en la comunidad. Se abrió un Centro de Orientación familiar en el local vacío de Barrio Adentro   y ese equipo de profesionales orientó a más de una madre angustiada por la conducta de su hijo. No tuvimos ninguna balacera a pleno día, ni tampoco suspendimos clases por ese motivo. ¡Sería de tanto rezar y de tanto denunciar que  no se podía dar clases, en medio de balas!”. Ya lo sé, “hacen falta muchas cosas para conseguir la paz”, pero este debería ser el reporte normal en un país sin conflicto bélico.

La directora también comentó en este consejo que la supervisión del MPPE había sido orientadora y no punitiva.“Escuchaba, comprendía las dificultades y sugería soluciones”. ¡Qué maravilla”

“Los estudiantes nos hemos sentido escuchados. Horas de guiatura para hablar de problemas reales que nos afectan. Canales para la participación en los problemas de convivencia escolar. Conocer nuestros deberes y derechos, aprender a ir a la Defensoría cuando vemos esos derechos vulnerados. Actualizar los temas en el aula. Trabajar en la prevención de la violencia, ha sido muy positivo: cero golpes, cero apodos, cero embarazos”. Hay que fijarse metas. Chicos tomados en cuenta serán parte de las soluciones. Así sueño que hablen los alumnos. Sonrío sólo de imaginarlo.

Todos contentos porque la inflación se ha detenido y el sueldo alcanza. Contentos porque se acabó la tragedia de la persecución de kilos de harina o de papel sanitario… Centros de educación Inicial nuevos en la comunidad, nadie por fuera… ¿Es mucho soñar este final de año?, ¿qué nos corresponde hacer para que  no se quede como un sueño?

Luisa Pernalete


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