
Reunidos en el salón de usos múltiples el CFIPJ, el día de ayer 20 de julio, la directora y los equipos de administración, docentes y obreros, acompañados por el padre Jorge Ulloa, S.J, reflexionaron en torno a las Guías 5 y 6 del año Ignaciano, año que la Compañía de Jesús ha querido acompañar con el lema “Ver nuevas todas las cosas en Cristo”, cuya intención es que todas las obras miren a Ignacio como un ejemplo de conversación y acercamiento hacia Dios y por supuesto, vivan la experiencia de ver la voluntad de Dios en la vida de cada uno de sus miembros.
La reflexión inició con la oración y con el texto bíblico donde Jesús señala “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados” (Mateo 11, 28), seguido de ejercicios para hacerse consciente del cuerpo, la mente y la respiración, lo cual sirvió de entrada para las reflexiones posteriores.
Tras una pequeña disertación sobre el discernimiento, el padre Ulloa dio paso a la explicación de lo que ha sido el recorrido de las Guías del Año Ignaciano, resaltando de ellas su lema y objetivo central. La dinámica de la Guía 5 (Enséñanos Señor como un maestro a un niño) tuvo lugar en horas de la mañana, y la Guía 6 (Ver nuevas todas las cosas en Cristo) se trabajó por la tarde.
Las reflexiones tuvieron lugar en horas de la tarde como cierre de la jornada. En plenaria, los miembros del CFIPJ dieron sus aportes desde tres miradas: lo personal, lo comunitario y lo institucional. En las reflexiones de la Guía 5, los participantes aseguraron que Dios se muestra en el día a día, e incluso que “Dios se manifiesta en cada momento cuando hacemos bien nuestro trabajo”; así mismo, sostuvieron que las buenas noticias son parte del hacer cotidiano porque “…estamos en la disposición de asumir los retos para salir adelante”.
En cuanto a las fortalezas que desde el CFIPJ se observan del Plan Apostólico de la Compañía de Jesús en Venezuela, los participantes alegan que “…se está brindando la oportunidad a las obras de conocer el Plan Apostólico y las preferencias, y así se puede determinar en dónde hacer aportes”, igualmente se reconoció que “…la diversidad de talentos del Centro se pueden ver fortalecidos en el cumplimiento y alcance del horizonte común que se estipula en el Plan Apostólico”.
Por otra parte, las reflexiones suscitadas desde la Guía 6 dejaron en claro que los participantes consideran que hay que agradecer todo el proceso vivido: “se agradecen los ejercicios que se han hecho durante el recorrido”, “el conocimiento sobre Ignacio de Loyola”. En cuanto al cuidado de la casa común, se expresó que son necesarios planes de formación así como acciones mínimas que ayuden al fortalecimiento de la conciencia ambiental dentro y fuera de los centros.
Para finalizar, los asistentes afirmaron que uno de los grandes retos para la Compañía de Jesús en Venezuela es “…que hay que tener coherencia entre lo que se dice y se hace, así como lograr una mayor articulación entre las obras”, y por otro lado un reto clave es “…la apropiación del plan para seguir haciéndolo visible junto a las preferencias apostólicas universales”.
De este modo, el CFIPJ dio cierre al itinerario reflexivo del Año Ignaciano, lo cual dejó grandes avances en cuanto al accionar personal y común que desde lo laboral y espiritual debe ser estandarte en la vida del Centro como obra de la Compañía de Jesús.
Por:
Ramón Labarca-Rincón
Miembro del Equipo Pedagógico del CFIPJ