Ideas clave
Pensar se enseñanza, se practica, se hace visible, por lo que necesitamos formar estudiantes que aprendan a pensar, a autoevaluarse y a reflexionar.
Las rutinas de pensamiento (RP) son modelos o patrones de pensamiento que fácilmente se integran en los procesos de aprendizaje; se originaron del Proyecto 0 de la Universidad de Harvard en 1967.
Las RP ayudan a los estudiantes a desarrollar su habilidad para pensar, porque hacen visible su pensamiento. Entre sus características están:
– Son breves, estructuradas, fáciles de enseñar, aprender y recordar.
– Hacen visible el pensamiento.
– Exteriorizan procesos mentales.
– Promueven el diálogo.
– Son transferibles a todas las áreas y/o niveles.
– Están al servicio del pensamiento, no del contenido curricular.
– Su objetivo no es enseñar contenidos.
– Fomentan la metacognición.
En el nivel preescolar, las RP permiten desarrollar el pensamiento desde el juego y la observación. Es recomendable utilizar tarjetas con dibujos, fotografías, objetos concretos.
La coordinadora regional Judith Andrade, señala que algunas de las RP para educación preescolar pueden ser: organizadores gráficos enmarcados en la técnica de la pregunta, el semáforo, Veo-Pienso-Me Pregunto, entre otras.
En el nivel de primaria, las RP ayudan a los niños a pensar con estructura, destacándose: Veo-Pienso-Me Pregunto; Antes pensaba-Ahora pienso; 321 Puente. Estas estrategias hacen visibles los pensamientos de los estudiantes antes y después de una experiencia de aprendizaje.
La coordinadora regional Rameli Laguna, enfatiza que las RP en educación primaria contribuyen a que los niños desarrollen el pensamiento crítico, creativo, reflexivo y alternativo, así como la comprensión, la comunicación y el aprendizaje autónomo.
En el nivel de media general, las RP ayudan a construir argumentos y contrastar perspectivas, por lo que se pueden utilizar las rutinas de: Círculo de puntos de vista; El titular; y Veo-Pienso-Me Pregunto.
La coordinadora regional de Fe y Alegría Guayana, Belkys Mayo, indica que las RP en media general y media técnica fomentan el desarrollo académico y personal de los estudiantes desde el pensamiento autónomo y reflexivo, pues los jóvenes aprenden a crear, cuestionar y analizar sus propias ideas y las de otros, logrando valorar las distintas perspectivas.
Las RP no son un añadido o una actividad extra, sino una posibilidad para potenciar el desarrollo del pensamiento, profundizar en contenidos o temáticas que se estén abordando.
Los pasos para crear una rutina de pensamiento son:
-Paso 1: Determina qué habilidad cognitiva específica deseas desarrollar o fortalecer.
-Paso 2: Precisa los escalones de la rutina: Iniciar con la exploración o activación, avanzar hacia la profundización o el análisis, promover la síntesis o la conexión, concluir con la reflexión o la aplicación.
-Paso 3: Elabora las preguntas o planteamientos para cada paso de la rutina.
-Paso 4: Determina, y si es necesario crea, los recursos que utilizarás para implementar la rutina.
-Paso 5: Precisa si la rutina la realizarán de forma individual, en parejas, en pequeños grupos, o plenaria; si habrá momentos para compartir y escuchar activamente; y cuál es el tiempo para ejecutarla.
La metacognición es la capacidad de reconocer y autorregular nuestros procesos mentales, lo que termina concretándose en qué y cómo aprendemos.
Las RP están íntimamente conectadas con la metacognición, y pueden ser una vía para desarrollar esta última:
– Las RP hacen visible el pensamiento, la metacognición enseña a pensar sobre cómo se piensa, cómo se aprende y tomar decisiones para aprender mejor.
– Las RP activan procesos metacognitivos sin nombrarlos.
– Las RP permiten practicar habilidades cognitivas específicas, por su parte la metacognición se compone de tres habilidades principales: planificación, monitoreo y evaluación, las cuales se activan con algunas RP.
– Las RP promueven la autonomía y la autorregulación, lo cual es parte de la metacognición.