Cuando el Ministro Rafael Ramírez aseguró que iban a pulverizar el dólar negro, ¿estaba queriendo decir que lo iban a llevar a las alturas del polvo cósmico? ¿Dónde quedó la fortaleza del bolívar fuerte? ¿Cómo se explica que el Presidente aseguró en su memoria y cuenta que no iba a haber devaluación del bolívar y a los pocos días el Ministro Ramírez informa que el dólar a 6,30 queda tan sólo para alimentos y medicinas que, precisamente, es lo que no se consigue? ¿De qué están sirviendo las políticas de precios justos si no consigo batería y repuestos para el carro, ni productos de primera necesidad a precios regulados y después de mucho buscar, conseguí un pote de leche a 220 bolívares y un kilo de carne a 140? ¿Por qué galaxia debe andar la inflación real si la calculamos sobre los precios de algunos productos que venden los buhoneros, únicos que se consiguen sin sufrir la humillación de las colas? ¿No son acaso las colas de varias horas, a veces entre empujones y bajo un sol inclemente, para conseguir un pollo, arroz, harina o papel higiénico, una violación de los derechos humanos?
¿Cómo se entiende la soberanía alimentaria si cada vez escasean más los productos de primera necesidad y los que se consiguen son en su mayoría importados? ¿Por qué resultaron tan ineficientes los organismos de supervisión como Indepabis si permitieron a algunas empresas y negocios precios tan especulativos que hubo que obligarles a bajarlos precisamente antes de las elecciones de Diciembre? ¿No serían esas medidas meras jugarretas electoreras, sin importar que hoy escasearan prácticamente todos los productos? ¿Sabrán los gobernantes que comer una arepa y un café en paradores de carretera cuesta ya prácticamente el salario mínimo de un día? ¿Cómo es posible que los cuerpos policiales o militares sean incapaces de detener el contrabando de gasolina, leche, harina, pollo, arroz…, que los bachaqueros pasan masivamente a Colombia y otros países fronterizos?
¿Por qué tanto escándalo porque algunos dirigentes de la oposición viajaron en las pasadas navidades al exterior pagando los pasajes y estadías de sus bolsillos, cuando muchos gobernantes viajan con enormes séquitos de familiares, partidarios y amigos a costa de los dineros públicos, es decir, que son de todos nosotros? ¿Cuándo publicarán las listas de los dueños de las empresas de maletín que recibieron miles de millones de dólares de Cadivi?
¿Va de verdad en serio el combate a la corrupción? ¿Qué pasó con las maletas de dólares de Antonini Wilson, las acusaciones de Velásquez Alvaray, Mackled, Aponte, Isea y tantos otros? ¿Dónde están los peces gordos dueños de las maletas de cocaína descubiertas en el vuelo de Air France y responsables de su envío?
¿Cómo se entiende eso de que ahora sí tenemos Patria, cuando Venezuela es el país de mayor inflación, y está entre los más corruptos e inseguros del mundo? ¿Cómo hacer para que renovar el pasaporte, la carta médica o la licencia de manejar no sean un calvario y un tormento?
A juzgar por las toneladas de basura acumulada en estas pasadas navidades, ¿es Venezuela un país socialista o un país consumista? ¿Por qué tanto ensañamiento contra Simonovis?